Real Madrid recibirá este sábado (desde las 17 de la Argentina) en el Estadio Santiago Bernabéu a un también necesitado Sevilla, con la intención de aplacar con una victoria convincente el ruido existente a su alrededor desde hace varias semanas, y tener las fiestas navideñas lo más tranquilas posibles antes de afrontar un importante arranque de 2026.
Las dos últimas victorias no han conseguido esa misión, sobre todo en torno a la figura del técnico Xabi Alonso, que parece tener cada día, de momento, un examen para ratificar su continuidad al frente de este proyecto, donde las alarmas han saltado tras una mala racha de resultados y un bajón futbolístico preocupante, aunque no dañino todavía en cuanto a objetivos.
El conjunto madridista sacó adelante con mucho esfuerzo los tres puntos en su visita al Deportivo Alavés (1-2) y luego no dejó su mejor imagen en su estreno en la Copa del Rey ante el Talavera, al que batió por 3-2 gracias en buena parte a Kylian Mbappé y a Andrey Lunin, aunque el ambiente sigue agitado, y de ello quiere sacar provecho un Sevilla un tanto irregular y negado desde hace muchos años ante este rival, principalmente cuando pisa el Bernabéu.
El feudo merengue despide un 2025 gris para la entidad, sin títulos y con un cambio de dinámica ante el Barcelona, rival que le aventaja en cuatro puntos y al que quiere presionar de cara a su complicada visita al Villarreal, tercer clasificado. Para ello, el Real Madrid necesita volver a la senda de la victoria ante su público frente al que ha caído en sus dos últimos partidos, el de LaLiga ante el Celta (0-2), y el de la Champions ante el Manchester City inglés (1-2).
Y para quitar ese mal sabor de boca y tomar impulso para el siempre duro inicio del nuevo año, donde el equipo madrileño se jugará su primer título en la Supercopa de España, la mejor receta ya no son sólo los tres puntos sino hacerlo con el mejor fútbol posible y durante el mejor tiempo posible, algo que no ha conseguido desde hace mucho tiempo, con demasiados altibajos y desconexiones que tampoco se puede permitir ante un rival en mala racha a domicilio, pero que quiere disfrutar de una Navidad más cerca de los puestos europeos que de la zona de descenso y que no quiere ser testigo de un récord de Kylian Mbappé.
El delantero francés ni siquiera tuvo descanso en la Copa y jugó todo el partido para demostrar su dependencia casi total en el Real Madrid con dos goles que, unido al anotado en Mendizorroza ante Alavés, lo colocaron con 58 tantos en el año calendario, a tan sólo uno de igualar el récord de 59 de Cristiano Ronaldo en 2013. El ’10′ será titular una vez más en busca de un doblete que le permita superar al portugués, seguramente acompañado por Vinícius Jr, seco de cara al gol y mejor como asistente, y Rodrygo Goes, que ha salido de su agujero particular de acierto.
Jude Bellingham y Aurelien Tchouaméni volverían tras no jugar demasiado en El Prado, al igual que Antonio Rüdiger, que no viajó a Talavera junto a Raúl Asencio y Fede Valverde. El central no estuvo por un proceso febril y sólo hizo parte del entrenamiento del viernes, en el que el uruguayo no participó, por lo que podría ser baja junto a los sancionados Álvaro Carreras y Endrick, Brahim Díaz, en la Copa África, y los lesionados Trent Alexander-Arnold, Eder Militao y Dani Carvajal. Sí parece ya recuperado Eduardo Camavinga, que podría entrar en el medio tras su buen partido en San Mamés antes de lesionarse.
Enfrente, un Sevilla que suma 20 puntos, a tan sólo cinco de la zona de descenso, y a la misma distancia que los puestos europeos, por lo que su estado de ánimo en este periodo navideño variará según su resultado en un Santiago Bernabéu que se le ha resistido desde hace ya mucho tiempo.
El equipo sevillista no gana en este estadio desde el 7 de diciembre de 2008 cuando se impuso por 3-4, una victoria que, curiosamente, trajo consigo días después la destitución del alemán Bernd Schuster como entrenador del Real Madrid. No es la única racha que debe romper, ya que no ha sido capaz de batir al equipo madridista en los últimos 13 encuentros oficiales.
El conjunto que entrena Matías Almeyda no llega en un positivo momento. El pasado fin de semana sonrió con la goleada (4-0) en el Ramón Sánchez-Pizjuán ante el Real Oviedo, una alegría efímera porque días después se despidió de la Copa del Rey, un torneo que siempre ilusiona en afición y ciudad, al caer (1-0) ante el Deportivo Alavés. Como visitante, apenas sumó uno de los últimos doce puntos en juego.
En el partido copero, el técnico argentino hizo alguna rotación y lo más probable es que puedan volver al once jugadores como los centrocampistas Batista Mendy y Lucien Agoume, mientras que Isaac Romero y Peque ya cumplieron su sanción y podrían comandar el ataque sevillista, con Alexis Sánchez como alternativa. Los lesionados César Azpilicueta y Rubén Vargas, y Akor Adams y Chidera Ejuke, en la Copa África, son algunas de sus bajas más importantes.
