La banca de desarrollo será clave para articular proyectos que impulsen la nueva industrialización de México, afirmó Roberto Lazzeri, director general de Nacional Financiera (Nafin) y el Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext).
Durante su participación en el podcast Norte Económico de Banorte, el funcionario detalló que con crédito de largo plazo, garantías y la participación del Fondo de Fondos, Nafin y Bancomext podrán convertir iniciativas estratégicas en proyectos bancables, financiables y redituables.
Y es que, explicó, México se encuentra en un punto de inflexión para fortalecer su estructura productiva y dar un salto hacia una nueva etapa de industrialización.
Puntualizó que la reconfiguración del comercio internacional está transformando las cadenas de suministro y generando una ventana inédita para que México eleve sus capacidades financieras, institucionales y productivas.
Lazzeri comentó que el Plan México constituye la estrategia central para reindustrializar al país desde regiones específicas, por lo que mencionó que los llamados Polos del Bienestar, tienen un papel determinante, ya que mejoran la rentabilidad de los proyectos industriales gracias a sus incentivos fiscales.
Asimismo, destacó que México tiene la posibilidad de desarrollar sectores industriales de nueva generación como hidrógeno, baterías, semiconductores, acero verde y manufactura avanzada.
En este sentido, apuntó que la banca de desarrollo actuará como puente entre la política industrial, los bioclústers regionales, los proveedores locales y el capital global, reduciendo la incertidumbre y creando condiciones propicias para que estas industrias florezcan.
“Esa es la oportunidad y es la gran visión que ha tenido la Presidenta Claudia Sheinbaum, de realmente empoderar y utilizar a la banca de desarrollo como detonantes de toda esta política de industrialización que por 30 años no tuvimos”, dijo.
El director de Nafin y Bancomext añadió que hay también una gran oportunidad en atender al sector de las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), lo cual se contempla también en el Plan México.
“Es el sector formal más desatendido y donde creemos que está la mayor oportunidad”, dijo.
Consideró que la bancarización de este segmento es importante, ya que le permite a las instituciones, con unos modelos más robustos y tecnologías avanzadas, identificar los flujos de las empresas, y con base en ello desarrollar modelos de riesgo que permitan dar opciones tanto de financiamiento como de manejo de caja y otras.
“Este es el complemento perfecto que podemos ver. Nafin y Bancomext tienen un programa muy fuerte de segundo piso. Al final nosotros, para lograr esa dispersión, inclusión financiera, sobre todo en las Mipymes, y donde somos más efectivos es fondeando a esas instituciones para que ellos hagan llegar los recursos”, señaló.
Agregó: “esta complementariedad de un primer piso muy activo, muy innovador, una tendencia donde probablemente México está liderando el camino en América Latina, compaginado con nuestro fondeo y luego los programas de garantía y contragarantía, lo que logra esto es un efecto doble, mejores condiciones de crédito para quien por su percepción de riesgo pudieran ser prohibitivos, pero también cruzar una brecha de poder ser acreditados o no”.

